Las medias de red no pueden detener esta polla

La miré a los ojos mientras la follaba cara a cara, luego la di la vuelta y la perforaba como una perra sucia. ¿Esas medias? Sigue en pie. Solo me dio un mejor agarre Se veía tan inocente acostada de espaldas, pero sabía exactamente lo que vino. Sus piernas se extendieron, medias de rejilla estiradas sobre sus muslos, apenas ocultando nada. Me desliré profundamente, cara a cara, viendo sus labios temblar con cada empuje lenta. Ella gimió dentro de mi boca mientras sostenía sus muñecas sobre su cabeza, follándola lenta y profundamente, dejando que se sintiera cada centímetro. Pero eso no duró mucho. La volteé como un juguete: boca abajo, culo arriba, piernas anchas, todavía entre esas medias de red rasgadas. Esa vista era demasiado perfecta para resistirse. La agarré por las caderas, presioné duro sobre su espalda baja y empecé a follarla como si fuera la mía hasta la ruina. Los sonidos de bofetadas en la piel, sus jadeos, sus gemidos sucios ... todo llenó la habitación. Ella rogó, le cedió las sábanas, trató de correr, pero la retení en su lugar, seguí golpeando como la